domingo, 30 de junio de 2013

DE LIBROS Y OTROS CHUCHOS

*Quién dijo que la música clásica es aburrida ¿y si la mezclamos?

Por: Nancy Jácome

Y hablando de otros chuchos… una vez me dijeron que escuchar a Mozart mientras estudias es lo mejor, debido a que agiliza la mente y te ayuda a ser más inteligente. Y pues ¿porque no? Lo probé. ¡Espantoso resultado obtuve!, Mozart iba de tonos suaves en los que me relajaba, después subía para sobresaltarme, dejándome aturdida y desconcentrada. 

Pero eso no me quito la intención de seguir escuchando música clásica, así pues evite tener libros cerca y me dispuse a oír con atención. Encontrando que de todos los sonidos la agonía del violín es el que me hechizo. 

Los violinistas que encontré en mi búsqueda por seguir saboreando el hermoso sonido no son exponentes precisamente clásicos, pero vale la pena escucharlos para adentrarnos en un mundo donde lo conservador se fusiona con los nuevos sonidos. 

Entonces deje la música clásica para pasar a escuchar los nuevos talentos que mezclan los clásico con lo contemporáneo y divertirme un poco más.

La primera violinista que encontré fue a Vanessa Mae nacida en Singapur, conocida por sus grabaciones en las que mezcla piezas clásicas con pop, jazz, techno y otros ritmos modernos. Ella misma nombro a su estilo como "fusión tecno-acústica”, aunque tengo un amigo mío bien Metalero dice que no es su hit.

De sus interpretaciones The Devil's Trill (Trino del Diablo) es el tema que más me ha gustado, la velocidad que toman las notas que salen del instrumento provocan que mueva la cabeza como si estuviera escuchando una canción de hip hop. Con su estilo ha demostrado que la música clásica no está peleada con los nuevos sonidos, adaptándolos de una forma tan exquisita que es divertido escucharla tocar el violín. 

En sus videos Vanessa suele usar vaqueros y vestidos, su arma es un violín eléctrico de la firma americana Zeta, esta mujer es reconocida como una de las mejores violinistas del mundo con diez álbumes en su carrera.

Para la siguiente exponente el fuego y el agua así como movimientos exagerados son la constante en sus videos, al igual que una serie de disfraces que utiliza para completar su estilo. Presentada en un programa de talentos estadounidense Lindsey Stirling es una joven de 27 años con muchas ganas de experimentar.

Es fácil encontrarla en la red de Youtube debido a que ninguna disquera ha querido darle contrato por considerar que su estilo el cual va de electrónico a dubsetp, así como música actual mezclada con el sonido del violín no es muy rentable. Y es en este medio electrónico donde ha encontrado su mayor aliado para transmitir su don, su arte, acompañándose de artistas que no tienen patrocinio de importantes disqueras, pero sí un gran cumulo de talento. 

Su interpretación del fantasma de la ópera es muy buena, la engalana con un video divertido y un grupo musical que lleva a otro nivel el tema pasando de un triste sonido de violín a uno desafiante. 

Es habitual ver sus adaptaciones de temas de series de televisión, películas, así como juego de videos. De todas las interpretaciones que tiene el trabajo que hace con Tyler Ward en Thrift Shop es uno de los más entretenidos y si eres fan del videojuego Halo, no debes de perderte la versión del tema de fondo a lado de William Joseph. 

El chico malo del grupo es el alemán David Garret quien se encarga de combinar el rock con los elementos clásicos, así pues lo puedes escuchar tocar con intensidad “las cuatro estaciones de Vivaldi” y una adaptación muy singular del tema Misión Imposible ¡sí! Ese de la película de Tom Cruise ¡ah! Y su interpretación de Smooth Criminal de Michel Jackson enciende el escenario. 

Garrett se hace acompañar para sus interpretaciones del violín de nombre Antonio Stradivari fabricado en el año de 1718 o del instrumento Giovanni Battista Guadagnini de 1772 y los toca con fuerza para encender los escenarios en los que da sus espectaculares conciertos, con un vestuario muy común como son jeans desgastados y chaquetas. 

A sus más de treinta años se le considera uno de los violinistas más rápidos de la historia (y yo agregaría más guapo), participó en un programa británico en el que toco “El vuelo del moscardón” de Nikolái Rimski-Kórsakov ( si alguna vez escucharon el programa de radio El Avispón Verde, usaba este tema como su entrada principal), en un tiempo de 1 minuto 6.56 segundos, es decir, 13 notas por segundo haciendo una interpretación sin fallos y reconocible, en la segunda ocasión hizo lo mismo en un tiempo de 1 minuto con 5,25 segundos.

Garret comenzó muy joven su incursión en la música clásica, pero al darse cuenta que su audiencia estaba conformada por personas mayores de sesenta años, decidió hacer unos cambios, buscar nuevos estilos y ahora deleita a un público más joven y explaya su violín con diferentes instrumentos musicales. 

Los tres intérpretes comenzaron como todos tocando melodías esencialmente clásicas, para después mezclar su conocimiento y habilidad con nuevos instrumentos que le han dado un nuevo giro a lo tradicional convirtiéndolo en un estilo muy disfrutable y nada aburrido. 

Un violinista amateur que debes escuchar es el coreano-americano Jun Sung Ahn, quien incluyo su aportación con el violín al famoso tema gangnam style, de amor ha hecho su propia versión del soundtrack A Thousand Years de Christina Perri que suena en la película Amanacer de la saga Crepúsculo y también hizo una adaptación para violín de la canción Skyfall que Adele hizo para la más reciente película de James Bond. 

Dicen que las matemáticas son el lenguaje universal, yo opino lo contrario pues mientras que las ciencias deben tener un conocimiento, la música es algo que no tienes que entender con la mente sino con el corazón y eso lo podemos hacer todos. Así lo demuestra Yanni Chryssomallis quien sin una formación estricta, aprendió a tocar el piano, el violín y la trompeta. Llevo su arte al termino de llamarla instrumental contemporánea, debido a que es de carácter melódico de tipo orquestal. No se inclina por el violín precisamente como lo hacen los interpretes anteriores, sin embargo su estilo no se puede dejar pasar. 

Como se habrán dado cuenta soy algo ligera en mis gustos, pero para quienes gozan de dosis más fuertes están los grupos Haggard y Therion que fusionan con mucho éxito el arte renacentista de la música clásica con la metal.

El francés Antoine Lavoisier enuncio en su ley “la materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma”. Lo mismo sucede con la música que a través de los años trasmuta y fusiona en una nueva poesía, un nuevo sentimiento más moderno, más osado, con generaciones que se arriesgan en nuevos estilos pero siempre con una gran raíz en los grandes clásicos.

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