Uriel Flores Aguayo
Prácticamente en todos los aspectos de la vida se presenta con regularidad el dilema, la disyuntiva y la perspectiva del circulo en los dos sentidos básicos y casi concluyentes: virtuoso o vicioso; ejemplo simple pero ilustrador al respecto: si tengo sobrepeso me muevo menos y acumulo más peso, al contrario, si peso menos me muevo mas y peso menos. Eso es personal y se multiplica en las más variadas manifestaciones de la vida tanto individual como social. Me importa referirme a los asuntos públicos, a los que inciden en nuestra calidad de vida como sociedad y que se expresan en forma definitoria en las elecciones de representantes y autoridades ejecutivas . Vivimos en Veracruz y en todo nuestro país en un círculo vicioso en materia política, en el cual se imponen los intereses facciosos de unos cuantos que hacen uso de recursos públicos y de dudosa procedencia para perpetuarse en el poder; el sistema político privilegia a las elites y leja a los ciudadanos de los asuntos públicos; todo está hecho para que la gente común no participe, no se informe y no pida cuentas; el sistema oculta y simula; vivimos en la simulación democrática, no existe como tal, no es protegida por la política ni se expande, al contrario, se achica y es de muy baja calidad.
La falta de democracia real, funcional y eficaz produce corrupción y malos servidores públicos, que no sirven, que se sirven; ellos monopolizan los espacios públicos, acaban autorrepresentandose. Su papel principal, además de robar, no es ver por la gente, al contrario, la alejan , le cierran los puentes de comunicación; para ellos siempre será preferible, en su modelo y proyecto, que los ciudadanos no se enteren, que no participen y no pongan a pedir cuentas. Su esencia es la opacidad, lo oscuro, el rollo, la demagogia, el asistencialismo y el control; siempre piensan en la próxima elección y en el reparto del poder y el botín; su interés no está en resolver algo a corto plazo y de fondo porque administran los problemas y las necesidades .En esa condición de antidemocracia hay un fuerte circulo vicioso, el de la ausencia de sociedad civil y libertad que se puede ver en la actual coyuntura electoral en Veracruz, donde se compite entre el sistema todo y partidos débiles, pequeños y algunos membretes comparsas .El objetivo político transformador tienen que ser el romper ese círculo vicioso, tener la claridad de que no se trata solamente de cuestiones de servicios y obras; esas nunca se van a resolver sin quebrar ese círculo vicioso antidemocrático .Palabras más o menos lo que se necesita en Veracruz y en Xalapa, es el establecimiento de un círculo virtuoso que inicie con elecciones libres, continúe con autoridades legitimas y se cierre en Gobiernos transparentes y eficaces. Tan solo con la participación de los ciudadanos y autoridades honestas muchos asuntos de rezago se van a superar, muchos problemas se van a resolver y se abrirá una ruta distinta, de confianza y aportación social. El potencial ciudadano, su energía y riqueza moral son profundamente transformadores siempre y cuando se le abran las puertas, se les corresponsabilice de los asuntos públicos y se le den muestras serias de honradez. Si los políticos se parecen más al ciudadano común, viven como él y dialogan como costumbre política se pueden lograr maravillas, es decir, todo lo contrario a las formas actuales. En esa lógica entra la necesaria alternancia municipal, como es el caso de Xalapa, donde una sociedad más informada e independiente requiere, en correspondencia, autoridades progresistas y democráticas .Las elecciones del día 7 de julio debieran ser copiosas y libres, si se logra la participación de la gente, habrá cambios y esperanza.
Recadito: la corrupción hundió al PRD-ROJO en Xalapa, el único " ganón" es el " trastupijes" que se "clavó" una regiduría.
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