lunes, 15 de julio de 2013

DE LIBROS Y OTROS CHUCHOS

Todos tenemos una adicción 

Por: Nancy Jácome

Nancy.jacome@hotmail.com

Hablar de adicciones y vicios no es fácil para nadie y mucho menos aceptarlos. Pero bueno tras reflexionar unos cuantos días ahí van los míos: Soy adicta a la Coca Cola bien fría y con mucho hielo he llegado a tomar una botella de dos litros y medio en un día ¡qué tal! Soy adicta al trabajo sí ¡una vez llegue a tener cinco trabajos!, hoy en día ya solo tengo uno bendito dios no me di cuenta de ello hasta que una amiga me lo dijo, yo siempre justificaba mi necesidad de trabajar. Soy adicta a las películas, a las series y a comprar chacharitas de esas que son gangas de tres pesos bueno la economía se me vino abajo y esto ya no se me da mucho, sobre todo con la cuenta que tengo en el banco por andar gastando de más. 

Mis vicios pueden no ser para espantarse, pero tras asistir a una invitación del grupo de Alcohólicos Anónimos en este puerto mi cabeza comenzó a dar vueltas hasta que me pregunte ¿porque no hay más grupos para apoyar nuestra adicciones? 

Y es que, la realidad es que todo vicio destruye parte de nuestra vida. Pareciera que mi simple acción de tomar refresco todos los días fuera algo normal, pero cuando lo haces a mis niveles y llegas a remplazar el agua por esta bebida gaseosa ¡las cosas pueden no estar tan bien!. Esto rápidamente me llevo al sobrepeso y aunque lea en internet los daños que hace a mi cuerpo la simple realidad es que ¡es un calvario dejar el refresco!, no importa cuanta gente me lo diga es prácticamente imposible para mí. A veces la dejo y luego regreso. He visto el caso real de una niña que vive en una de las comunidades de los kilómetros que tiene su riñón dañado por beber refresco en exceso. Bueno de ahí se desencadena que su familia deba pasar largas horas en el hospital para sus tratamientos lo que me lleva a pensar ¿Quién me llevara a los míos de continuar así? Algo debo de hacer, pero me sigue siendo muy difícil. 

No es posible comparar en su totalidad mis vicios con el alcoholismo u otros problemas mayores, pero la realidad es que todos tenemos uno, algunos son permitidos por la ley, otros no. 

Encontrar quien te apoye a superarlos es difícil, sobre todo cuando tiendes a justificarlos. 

El caso de una amiga muy preciada para mí, hizo que tocara este tema, pues su esposo aunque es muy joven ya sufre problemas de alcoholismo, los cuales acepta por momentos va a las juntas y luego las deja argumentando que está completamente bien. 

Un hecho que los amigos de Alcohólicos Anónimos señalan es la constante vida de cada uno de los grupos que se encuentran instalados en el puerto desde hace 36 años. La gente viene y se va argumentando que está bien. No se les puede detener por que la permanencia es voluntaria. 

Nadie puede enfrentar un vicio por nosotros, pero a veces tardamos mucho en darnos cuenta. Necesitamos chocar con algo fuerte para despertar y ver lo que sucede a nuestro alrededor. Créanme cuando empecé esta columna me tuvieron que dictar algunos de los vicios que tengo y pues no me quedo más que apechugar y aceptarlo porque muy en el fondo sé que son ciertos, aunque me siga costando reconocerlos. 

Afortunadamente en el puerto se han creado grupos que ayudan a la población a enfrentar sus problemas, sin embargo pocos aceptamos que tenemos un vicio sobre todo cuando es alcoholismo porque aunque se han roto algunos estigmas aún persiste la vergüenza de que nos cataloguen de tal o cual forma. 

En el terreno femenino el grupo de Alcohólicos Anónimos instalado en Tuxpan señalo que son varias las mujeres que se han acercado, pero pocas las que han permanecido, siendo nueve apenas las que se mantienen asistiendo con constancia a las reuniones. 

Nadie está exento de caer en un vicio que afecte no solo nuestra vida, sino también la de nuestra familia, amigos y hasta en nuestro trabajo. Sin embargo el principal problema siempre será el poder autocriticarnos y aceptar que algo está con nosotros. El siguiente será afrontarlo para superarlo. 

En Tuxpan existen grupos como Alcohólicos Anónimos, Narcóticos Anónimos y Neuróticos Anónimos, en la que participan personas que viven y superan cada día estas situaciones a las que llegaron para poder afrontar las diferentes pruebas que les puso la vida. 

Todos tenemos problemas en nuestra vida diaria, ninguna es perfecta, el problema reside en que vicio, deporte o actividad nos enfocamos para afrontar la situación. 

Leyendo los libros que me proporciono el grupo de Alcohólicos Anónimos encontré el paso de las 24 horas, el cual pienso integrar a mi vida. Consiste en tratar de mantenerse sobrio durante 24 horas, una vez terminadas volver a iniciar el trabajo para mantenerse limpio durante las siguientes veinticuatro. Este no es el único paso que indica el libro, pero es uno de los que más me intereso para poder enfrentar mi situación con el refresco de cola. 

Por ahí dicen que debes aprender a elegir tus batallas. Pero también deberían decir hay algunas que solo tu podrás ganarlas, los demás podrán ayudarte pero si tu no das el primer paso nadie más lo hará por ti, por mucho que te quieran o estimen.

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