jueves, 3 de octubre de 2013

2 DE OCTUBRE

Han pasado 45 años. Y en el país las cosas no marchan bien.

Estábamos mal en 68 y ahora estamos peor. 

El país ha dejado de crecer y pareciera que hasta ha dejado de creer en sí mismo.

Nos han saqueado a diestra y siniestra, han abandonado a su suerte a la educación pública y al campo; los derechos laborales han sido eliminados gradualmente; la soberanía nacional y el laicismo del estado han sido socavados a más no poder; las formas más violentas de la delincuencia organizada mandan en amplias zonas del país…

Queda realmente muy poco del país libre y soberano que me describían mis maestros de primaria. 

Atravesamos una crisis total, que lo mismo se deja sentir en lo ético que en lo económico; en la agricultura y en la cultura; en las grandes ciudades y los más pequeños caseríos. 

Los medios masivos de comunicación han dejado de servir al poder y se han convertido en un poder en sí mismos, capaces de manejar el comportamiento de millones de mexicanos, que deficientemente educados en las escuelas, piensan y actúan de acuerdo a lo que les ordena la televisión. 

Así están las cosas y si no actuamos con energía tenderán a ponerse peor.

Por eso es importante la lucha que, incansables, están dando los maestros de la CNTE contra la dizque reforma educativa. Y la que desde distintos frentes estamos dando contra la privatización de la renta petrolera. 

El país atraviesa una época de definiciones, que una vez ocurrida podría marcar para muchas generaciones, el inicio de la salida de la crisis… o el perdernos definitivamente en ella.

Así las cosas, espero fervientemente que la marcha a la que convoca el Movimiento de Regeneración Nacional el próximo domingo seis de octubre, sea un éxito. Morena, incluso antes de llamarse así, se ha mostrado como una especie de conciencia ética de la patria. Ahora deberá ser un factor importante para transformarla y salvarla. 

Pero, para lograr el fin supremo de rescatar a México, debemos ser muchos los de Morena y muchos desde otros frentes y muchos más que deberían sumarse sólo por un principio de dignidad… Si no somos millones, volverán a pasar sobre nosotros y la crisis seguirá siendo el entorno en el que los mexicanos nacen, crecen y mueren. 

Y en nada honraremos el sacrificio de quienes perecieron el dos de octubre de 1968, ellos, a quienes cada año rendimos homenaje cuando decimos: ¡Dos de octubre no se olvida! 

@Vegdelanoche 

Nota editorial #LosAtractivosDeLaNoche, programa de radioamlo.org,

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