martes, 15 de octubre de 2013

•Sucesión en el P.A.N.

•Todos piensan en 2016

•Cuevas Melo y Yescas 

Luis Velázquez

I

A mediados del año 2014, Enrique Cambranis dejará la presidencia del C.D.E. del P.A.N. en Veracruz y elegirán al sucesor, a quien, entre otros cometidos, tocará llevar la elección del gobernador en el año 2016. 

Pero, desde ahora, el gallinero azul está alborotado, incluso, de la siguiente manera: algunas figuras tradicionales del partido azul han condicionado su apoyo a los aspirantes y suspirantes a que para entonces les respalden con todo en su legítima aspiración de suceder en el cargo a Javier Duarte como candidatos del PAN.

Entre ellos, y por ejemplo, el diputado federal, Juan Bueno Torio, quien desde la Edad de Piedra y el hombre de Neandertal la sigue buscando, sin éxito.

Y el diputado local electo, Julen Rementería del Puerto, fallido aspirante al Senado de la república.

Desde luego, el panismo sabe que Miguel Ángel Yunes Linares también piensa en una oportunidad más para figurar en la boleta electoral para gobernador en el 2016; pero a diferencia de los dos anteriores, en ningún momento ha condicionado su voto.

También, claro, el senador Fernando Yunes Márquez, quien dado el escaño en el Congreso de la Unión tiene posibilidades, pero hasta ahora se ha mantenido al margen, ocupado en tareas nacionales.

II

Antes del cambio de liderazgo en Veracruz se efectuará, hacia fin de año, la elección del CEN del PAN, donde Gustavo Madero ha decidido reelegirse, y más ahora cuando la percepción es que se ha convertido en un aliado del presidente Enrique Peña Nieto y, por tanto, tendría la reciprocidad.

Y es que Madero está jugando con el senador Ernesto Cordero, secretario de Hacienda y Crédito Público con Felipe Calderón Hinojosa, quien fue su candidato preferido para la presidencial y perdió ante Josefina Vázquez Mota.

En el carril azul también se menciona a Margarita Zavala, la esposa de Calderón, que con luz y capital propio busca un mayor desarrollo partidista.

Y, bueno, de ser así, al peñismo conviene un Madero más peñista que todos y, quizá, por tanto, pudiera abrirse camino para la reelección.

Luego, vendrá el cambio en Veracruz.

III

Por ahora existen dos aspirantes al puesto de Cambranis:

El primero, Abel Cuevas Melo, exdelegado federal de la Secretaría de Desarrollo Social y fallido candidato a la presidencia municipal de Xalapa.

Y el segundo, el diputado local, Germán Yescas, quien el 3 de noviembre entregará la estafeta en el Congreso local y que en el C.D.E. del P.A.N. ha caminado por varios cargos partidistas.

Habría de referir, por ejemplo, y por mera circunstancia, que Yescas es originario de Isla, y por tanto, paisano del secretario General de Gobierno, Érick Lagos Hernández, el encargado de la política-política del sexenio próspero.

Incluso, fueron compañeros de estudios en la escuela primaria, secundaria y el bachillerato. 

Pero, bueno, cada uno ha trotado por autopistas diferentes en la vida pública. 

IV

Como segunda fuerza opositora en Veracruz, el P.A.N. está en la orilla del precipicio.

Uno: en la elección de alcaldes y diputados locales del 7 de julio perdieron más de 50 presidencias municipales y, en automático, según parece, más de medio millón de sufragios. 

Dos: el impacto en la población electoral de los Judas panistas, Rafael Leandro García Bringas y José Ramón Gutiérrez de Velasco, de haberse cobijado en el P.R.I. fue tremendo, y ahí está el resultado electoral.

Tres: como todos los partidos políticos, el P.A.N. está entre la espada y la espada con sus tribus y hordas. 

Los Bueno, los Julen, los Pipos, los Yunes, los Chapos, etcétera. 

Y la rebatinga por el poder los ha fracturado al grado de la pérdida de competitividad en las urnas. 

Cuatro: la deserción de varios panistas también ha pegado demasiado. Por ejemplo, resulta insólito que Alejandro “El pipo” Vázquez Cuevas migrara del partido azul, luego de haber sido diputado local y presidente del C.D.E. y después de una militancia intensa y frenética recién salido de la adolescencia, llevado de la mano de su maestro, César Leal Angulo, a quien traicionó. 

Cinco: desde luego, la salida de Gerardo Buganza Salmerón, varias veces diputado federal y senador por la vía pluri, fallido candidato a la gubernatura, causó heridas insuperables, y más porque se cobijó a la sombra priista, donde con la secretaría General de Gobierno, y ahora, la súper secretaría de Infraestructura y Obra Pública, se llevó a un montón de panistas.

Y, por supuesto, la salida del ingeniero Francisco Ávila Camberos, luego de haber sido alcalde jarocho, diputado federal y coordinador general de Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

Todo lo anterior, más otras cositas, han empinado al P.A.N. en Veracruz.

Y, bueno, con un Gustavo Madero seducido y alucinado por el peñismo, sólo ‘El yunque’ y el Opus Dei sabrán el destino del partido fundado por Gómez Morín.

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