jueves, 24 de julio de 2014

LA GRAN BARATA DEL VOTO MEXICANO

Por: Jessica Martínez

En una sociedad que actúa por compulsión o por imitación se le facilita actuar sin pensar, tal como sucede en las grandes baratas en donde las personas compiten para ganar la mejor oferta, el mejor precio o ser parte del grupo y ser arrastrado por la moda o temporada.

Sin embargo, esto no solo se aplica a las tiendas departamentales, constantemente escuchamos y vemos a miles de mexicanos y mexicanas malbaratar su voto o afiliación política de manera ilegal, pero no solo es ilegal también es incongruente.

Se acerca la temporada electoral y se afilian personas a los partidos políticos por acarreo, cualquier mexicano está propenso a ser convencido de ponerle precio a su libertad. Porque la libertad de afiliación política y la libertad de elección mediante el voto o sufragio, debe ser atesorado de manera tan sublime como cualquier otra libertad.

Recordemos que estas libertades costarón la vida de muchos hombres y mujeres que apenas soñaban con hacerlas realidad en algún momento, algunos ni siquiera vivieron para verlo.

¡Pásele marchanta…. llévele, llévele…… bara, bara!

Casi se escuchan las voces de los mexicanos mercando con sus libertades, cual si fuera cualquier cosa, a cambio de despensas, televisiones, becas, apoyos de Sedesol, tarjetas para el camión, para uniformes escolares, tarjetas para Soriana y por último dinero en efectivo, aquí se van ofertando desde 1,000, 500 o 200 pesos en el peor de los casos, todo esto sin conocer el verdadero valor de sus libertades.

Un ejercicio práctico seria el siguiente:

A cambio de tu apoyo (voto) para un candidato te dan 500 pesos.

-Si hablamos de una candidatura de tres años te ganaste 0.45 centavos diarios

-Si hablamos de una candidatura de seis años te ganaste 0.22 centavos diarios

-Si te dieron menos o te dieron una despensa con productos caducos, ya mejor ni hacemos cuentas.

Entonces la astucia del mercante ya no parece tanta, no es digna de admiración sino de burla.

En casos peores los ciudadanos son extorsionados, porque a eso se le llama extorsión, son obligados a votar o a afiliarse con la condición de no retirarles apoyos, apoyos que les correspondían por derecho, a cambio de no perder sus empleos, etc.

En primer lugar todo aquello que se entrega sale de los recursos públicos, cuantas veces se han descubierto bodegas donde guardan despensas del DIF para luego cambiarlas por votos. Algunas otras ocasiones a cambio de una despensa entregan sus credenciales renunciando de esta forma a la libertad de elección, así es como se perpetua en el poder el partido de la corrupción, la enfermedad crónica de la que convalece México.

Pobres mexicanos, me recuerdan al Rey Midas que al querer convertirlo todo en oro se quedó finalmente sin comer.

Porque con los 500 pesos, con sus 40 centavos diarios no van a comer todo el sexenio, recordemos además los aumentos y los impuestos a refrescos, chicles, avena, transporte foráneo, luz, gas, gasolina, etc.

Y con esos 500 cada 6 años, con sus 20 centavos diarios no se reponen de estos abusos.

Como dice AMLO: La dignidad no tiene precio.

La verdadera igualdad no reside en el hecho de que la riqueza sea absolutamente la misma para todos, sino que ningún ciudadano sea tan rico como para poder comprar a otro y que no sea tan pobre como para verse forzado a venderse.

Fuente: Radio AMLO

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