Víctor Manuel Candelas González.
Imagen: amqueretaro.com
Surgen por todos lados, notas y más notas de la épica batalla de Alexis Tsipras Primer Ministro de Grecia y sus acreedores en el FMI, mejor conocidos como la troika. En ellas se habla del fuerte toma y daca, de cómo a pesar de injustas, Grecia acepta las condiciones de austeridad ya funcionando en el país, pero obviamente esto no es suficiente, y por medio de un ultimátum han arrinconado al gobierno griego para que acepte implementar nuevas medidas de austeridad acompañadas de una serie de aumentos en los ya altos impuestos, recortes de salarios y privatizaciones.
Esto pone en jaque al Primer Ministro Alexis Tsipras, ya que fué electo precisamente por presentar una política que defendería al pueblo griego de los numerosos resolutivos económicos que no harían nada más que perpetuar a Grecia en un estado de deuda permanente sin la posibilidad de superación del déficit.
Este panorama tan devastador que hoy enfrenta Grecia, me parece sin duda alguna, muy familiar. Claro, es familiar, si analizamos una a una las exigencias que el gobierno griego tiene que acatar en el ultimátum que recibió de “la troika”, notaremos que en México ya fueron aplicadas.
Sí, todas y cada una de las acciones que Grecia debe tomar para evitar una situación de crisis (peor que la están enfrentando actualmente) ante sus acreedores, ya están funcionando en México.
Ahora, entre estas exigencias a Grecia, se incluyeron: privatizaciones en varios rubros, aumento de impuestos (IVA), suspensión de prejubilaciones, así como aumento en la edad de jubilación de 62 a 67 años y la reducción de salarios de servidores públicos, que de por sí ya habían sido golpeados con el despido de un 25% de los empleados de gobierno.
Con el “pacto por México” se lograron cambios importantes en el país que nunca debían haber ocurrido, a través de las varias reformas constitucionales que fueron aprobadas tanto en la cámara de diputados como senadores, se ha hecho posible la privatización de Pemex, CFE, y viene en camino la privatización del agua, eso sin mencionar la reforma silenciosa del IMSS o la reforma educativa. Ya hemos sido testigos de que gracias a la reforma financiera se logró un aumento del 16% del iva en la frontera norte y más recientemente un aumento similar en alimentos preparados. Ambos son un duro golpe a la sociedad mexicana que gracias a la reforma laboral no ha recibido un aumento de salario digno, sino al contrario tienen que conseguir dos empleos e incluso en algunas ocasiones sin derecho al seguro social en caso de ser un empleo temporal o de medio tiempo. Que decir de la futura desaparición de distintos programas sociales destinados a la población más pobre del país, por medio del recorte al presupuesto sugerido para el 2016 (base cero), pero que a su vez deja intactos los salarios de la alta burocracia así como los onerosos sueldos de todo servidor público desde diputados, senadores, gobernadores, alcaldes, hasta ministros de la suprema corte.
Esto es un triste ejemplo de como es muy posible que todos estos sucesos nos permiten darnos cuenta de que México obedece fielmente las exigencias de la troika. ¿Y porqué pensar que México se encuentra bajo el yugo de la troika? Basta ver el comportamiento de la deuda de México ante el FMI, que en 2012 era de $204 mil mdd gracias a un aumento del 65.52% durante el gobierno panista, y que para el 2015 ya es de 210 mil mdd pero en su clasificación por residencia, asciende a los 349.5 mil mdd.
Esto no es nada nuevo para muchos, tanto expertos como seguidores de lo que ocurre en el país, durante años han señalado que el gobierno mexicano se doblega ante las exigencias de sus acreedores sin considerar el impacto en el interior, principalmente a las familias de más bajos recursos.
Pero lo que quiero hacer notar y que nos debe preocupar, es el contraste en la forma de actuar del Primer Ministro griego Alexis Tsipras, con el pobre desempeño de Peña Nieto. El primero se ha enfrentado a la troika de una manera admirable, ante las amenazadoras exigencias de sus acreedores en su ultimátum, el decidió crear un referéndum, en el cual será el pueblo griego quien opte por el camino a seguir. Mientras el segundo se ha limitado a imponer reforma tras reforma, lo que parece la voluntad de intereses ajenos al pueblo mexicano, mientras que al mismo tiempo se atreve a decir que todo va muy bien, cuando las mismas proyecciones del FMI no son nada halagadoras y proponen más aumentos tributarios, que si pusimos atención sabemos que solo contribuyen a la perpetuidad de la deuda que solo en intereses anuales asciende a 20 mil mdd.
Un panorama nada prometedor, que parece evidenciar que la troika está en México.
Fuente: Radio AMLO
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