* Exhibe la incongruencia entre la ley y la cultura política que se basa en relaciones criminales al margen de la misma ley para sostener el poder y que el crimen y la violencia son temas constantes en la literatura mexicana desde tiempos remotos y no sólo un producto del neoliberalismo
Pachuca de Soto, Hgo .-Héctor Domínguez Ruvalcaba, académico de la Universidad de Texas, en Austin y autor de “Nación Criminal”, libro editado por Planeta —bajo el sello Ariel—, que presentará en la Feria Universitaria del Libro (FUL 2015) el sábado 29 de agosto, asegura que “la criminalidad en nuestro país sólo es una muestra de la incompetencia del Estado para ejercer mecanismos eficientes y eficaces de contención social”, y con ese abordaje se adentra en el análisis sin concesiones en la historia del ejercicio del crimen, la brutalidad y la crueldad en nuestro país.
El especialista en Estudios Fronterizos en Arte, Literatura y Cine y, además, profesor de Literatura Latinoamericana en Estudios Culturales y Cultura Queer, explica que a través de años de exploración e investigación de la conducta y de las relaciones sociales en situaciones límite como son los actos de violencia extrema, se ha encontrado con que “ la ruptura del cuerpo, la vandalización y banalización de la existencia del ‘otro’ se han convertido en la evidencia de que el deseo social tiene una severa diferencia con respecto a la aplicación de la Ley. La violencia se ha convertido en una forma de contención social y también de rebelión en la que están en juego la masculinidad, los cuerpos rotos o las muertes anónimas. El libro expresa los cómos de un mundo que narra la corporeidad de la violencia. La irrupción abrupta y destructiva en el cuerpo del otro es el signo del crimen a lo largo y ancho del país”.
Tras un largo análisis de la literatura, la cinematografía y la plástica como expresiones e imagen de la realidad social, en películas de narcos, literatura del narco, plástica de la violencia, sitios web del narco ya en el siglo XX o, yéndose al siglo XIX, la literatura de Manuel Payno con “Los bandidos de Río Frío” o de Ignacio Manuel Altamirano, con “El Zarco”, ahí se refleja la función social del crimen en México.
Como resultado de tal análisis, el autor explica: “Lo que hago en este libro es una especie de historia cultural de la irrupción corrupta del Estado desde la época de la Independencia; una relación violenta desde la época que antecede al movimiento independentista; con esto estoy diciendo que este sistema actual de violencia y crimen no es producto del neoliberalismo, ni de los noventas, sino que está más arraigado; estoy hablando de una cultura política que descansa en la violencia para poder sostenerse. El poder político en México ha tenido mucho respaldo de las bandas criminales”. ..
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