sábado, 8 de agosto de 2015

La compra y venta del voto persistirá

Por Orlando Segura Hervert. 
El jueves en la presentación del libro “ Fortalezas y debilidades del sistema electoral mexicano. Perspectiva Estatal e internacional, editado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova dio una declaración que indudablemente va a crear mucho ruido, pero que desafortunadamente es la neta del planeta, así lo constata una nota publicada en La Jornada.

Algo que está padeciendo el país en cada proceso de elecciones, la compra y venta del voto, el funcionario la justifica como un problema estructural producto de 55.5 millones de pobres de 121 millones de habitantes existentes en el país. 

Y si, cada vez que se renueva la Cámara de Diputados, la Presidencia de la República, la Cámara de Senadores, los Congresos Estatales o las Alcaldía observamos la compra de conciencias, las dádivas por el sufragio, el pago a los agentes municipales o a los operadores políticos, es un asunto cultural, los ciudadanos saben que en estos preciados tiempos, determinados políticos quieren ganar a costa de lo que sea y por lo tanto, es una manera de tergiversar la voluntad popular. Sin lugar a dudas, los caminos de la democracia no son perfectos. 

Una consejera me decía en corto que la coacción, la compra del voto era un ilícito difícil de comprobar, hay que demostrar el hecho, casi casi probar que tu esposa o esposo te engaña y para ello hay que agarrarla en flagrancia, en pleno acto sexual, en el ponchis ponchis y si con todo ello niega el acto, pues el asunto ya se complicó

Una colectividad con pobreza y marginación genera años de atraso social, es caldo de cultivo para la manipulación política. 

El Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de las Políticas de Desarrollo Social), en su informe dice que el número de pobres ha aumentado y consecuentemente cuestiona las estrategias aplicadas para erradicar este flagelo que lastima a toda una sociedad y nos arrastra y regresa al pasado, tales números no nos proyectan hacia un futuro más promisorio. 

El CONAPO (Consejo Nacional de Población), arroja en su estudio que el rango de pobreza extrema, llámese muy jodidos, carentes de todo, disminuyó de 13.0 millones de personas a 11.5 millones. 

Así está la nación mexicana, tal realidad no es para alegrarse porque al final de cuentas, el destino de las necesidades en algún punto nos alcanzará y nos hundirá como pueblo, esa ruta no es la adecuada y se combate con educación, factores de bienestar y oportunidades de crecimiento. 

La pobreza es significativa porque es un segmento poblacional con el que se juega, le prometen, le entregan espejitos en tiempos de campaña.

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