jueves, 31 de diciembre de 2015

Pocas horas de vida le quedan al 2015

Por: Martha Cruz
Tuxpan, Ver.- En el último día del año, cientos de familia tuxpeñas elaboran un muñeco con ropa vieja, rellenado de papel y cuetes para que este sea quemado minutos antes de la llegada del año nuevo.

A decir de la familia Martínez Gómez esta tradición se ha ido pasando de una generación a otra, por lo que ahora son los pequeños de la casa los que continúan elaborando el muñeco de trapo lleno de cohetes y papel, el cual además de iluminar las miradas de los niños, divierte y despide los 365 días del 2015.

Relleno de aserrín y con papel periódico hecho bolas, vestido con ropa vieja otorgada por algún familiar, este muñeco comunica desde la silla, en donde se encuentra sentado esperando la hora de la quema.

Esta tradición, que se ha ido propagando con los años es algo más que solo encender cuetes, incendiar ropa, papel y madera, sino es el sentimiento mismo de despedir las malas vibras e intentar con ello sentirse menos adoloridos sentimentalmente por el 2015.

Colocado en una silla con manos de cartón y con el menaje más que claro, el año viejo espera solo horas para que sea encendido por los mayores de la casa, por aquellos que iniciaron la tradición de armarlo para ser quemado la noche del 31 de diciembre. 

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