domingo, 1 de mayo de 2016

Tienda de Raya

En reconocimiento a mi apreciado René Rojas, quijote de la justicia social…
Por más que uno se quiera comportar como dama del DIF, sonriente, elegante, limpiecita y ajena a las tragedias sociales, pues en Veracruz no se puede. Qué más quisiera esta lechuza que caminar entre la miseria, la desesperación, la desesperanza, con el traje de la caridad que resiste hasta la mirada desesperada más triste.

“Así es la vida” me repite el consciente cochino, pero el subconsciente me asalta: no es destino vivir en la tragedia y en la miseria. No es destino morir quemado cuando trabajas para llevar el pan a tus hijos. Sin embargo, parece ser que estas tragedias ya son parte de la vida diaria de las y los veracruzanos.

Y tampoco le achaquemos a la mala suerte, o al “mal humor social” que algún estúpido piensa que es el motivo que detona los desmanes sociales y estallidos de crispación, de coraje, de impotencia que a diario estamos viviendo.

La realidad es que el Derecho, como ciencia social reguladora de la conducta humana, ha perdido su más cara esencia: velar por el interés y la justicia social, y se ha puesto de tapete, en franco servilismo, en beneficio de los grandes capitales, voraces e individualistas.

La tragedia de Pajaritos era la crónica de una muerte anunciada (parafraseando al genial Gabo, permítanme esta licencia). El complejo petroquímico, corazón económico, social y político del Sur veracruzano fue entregado a manos particulares desde 2013. PEMEX dejó de ser el contratista principal, y una empresa particular asumió el control de la antigua y poderosa paraestatal de Coatzacoalcos sin justificación alguna (adenda).

Lo que nunca te dicen quienes entregan la economía nacional, son las implicaciones de andar vendiendo la Patria. Mexichem, quien ya controla Pajaritos, se auxilió de las novedosas formas de contratación de personal ya previstas en la nueva legislación laboral, reformada en 2013, el free lance y el outsourcing, para seguir engordando los bolsillos de su propietario, un mexicano más en la famosa lista de Forbes.

El free lance alude al trabajo por cuenta propia, y el outsourcing, a la contratación de personal por un tercero ajeno a la empresa para que la trabajará el personal contratado. La misión de ambos jinetes del apocalipsis del neoliberalismo es dar la batalla, y muerte cruenta, a la justicia social en México.

En ambas formas de contratación desaparecen las prestaciones sociales, sueldo base, horas extra, prima vacacional, aguinaldo y seguridad social. Y ahí es donde el puerquito se pone trompudo: me beneficio del trabajo mal pagado de miles de trabajadores que viven al día, pero no me responsabilizo de su acceso para ellos y su familia, a servicio médico, capacitación y vivienda, premisas de la justicia social.

Ya con esta me despido porque no quiero seguirles aburriendo con mi perorata insulsa, pero antes les recomiendo la lectura de la sesuda Carpeta Laboral de la Cámara de Diputados del año 2009, de la cual les dejo puntual enlace. Este estudio legislativo nos expone los peludos principios que ahora rigen la normatividad laboral en nuestro país. Claro está que podrán darse a la lectura si no tienen nada mejor que hacer, que andar en mítines politiqueros, de besa manos y porristas.

Nomás les dejo una probadita de este profundo diagnóstico de la situación laboral de nuestro país, que gestó la nueva ley laboral que hoy nos rige (y nos encuera):

“BBVA Bancomer, en su documento ´Diez acciones para impulsar la productividad y el bienestar´ propone algunos lineamientos para cambiar el esquema actual en el tema de celebración de contratos, jornada laboral y costos laborales no salariales que flexibilizándose impulsarían la creación de empleo.

Para lograr la flexibilización del mercado laboral se proponen tres cosas. Uno, eliminar los obstáculos legales que se imponen a través de los contratos ley, y de esta manera promover el acuerdo de voluntades entre empleador y empleado. Dos, facilitar el uso de mano de obra incluyendo en la legislación la posibilidad de contratar mano de obra por paquetes de horas de servicio. Tres, reducir los costos de contratación mediante una contribución más balanceada de las aportaciones obrero-patronales a la seguridad social.”

Con la lectura recomendada, tal vez nos demos cuenta que morir quemado en tu centro de trabajo no es destino cruel ni “mal humor social”, sino consecuencia del valemadrismo en el voto, del desprecio al voto informado, de la burla de la que hacemos objeto a los sindicalistas y luchadores sociales en extinción (no por cuenta propia, desafortunadamente).

Razonar a la hora de votar nos permitiría elegir verdaderos representantes sociales, y no diputados y senadores al servicio del poder económico depredador y egoísta, que le tiene sin cuidado el bienestar del pueblo.

Nos vemos el 05 de junio en las urnas.

Hasta la próxima.


Adenda:

“La enajenación del Complejo Petroquímico Pajaritos, con valor de 2 mil 993 millones de pesos realizada en 2013 a favor de la compañía Mexichem, propiedad de Antonio del Valle, resultó un negocio injustificado. Así lo determinó una revisión de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la cual analizó la solución aprobada en septiembre de 2013 para contrarrestar la baja en la producción de esa planta de cloruro de vinilo durante la última década. 

La ASF fue tajante: determinó que no existe en los archivos de Pemex ni de Pemex Internacional ningún documento que justifique como la mejor solución que se haya creado una empresa en España para administrar la sociedad conjunta entre la petrolera y Mexichem. Más aún, revela que el propio Pemex Internacional le contestó durante el proceso de auditoría que el objetivo de crear en España la compañía PPQ Cadena Productiva era para evadir impuestos. La auditoría a realizada a Pemex Petroquímica (PPQ) sobre estos rubros encontró que Mexichem ganó allí por partida triple. La empresa del séptimo hombre más rico de México según Forbes obtuvo la adjudicación directa de contratos de materias primas para las plantas, la venta a precio de regalo de los materiales que allí se producían y, como premio final, la enajenación de toda la planta hacia una compañía conjunta controlada desde España en la cual Del Valle tiene mayoría accionaria.” Historia de la concesión de Pajaritos. Disponible en http://www.reporteindigo.com/indigonomics/en-pajaritos-todo-para-mexichem
Imagen: youtube.com

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