jueves, 3 de noviembre de 2016

Con alegría, dolor y pesadumbre los tuxpeños visitaron a sus muertos





Por Ann Itta Trejo
Desde temprana hora, las rejas de los camposantos fueron abiertos para que los deudos pasaran a depositar sus ofrendas, hermosear las tumbas y porque no, convivir unos momentos con aquel ser querido que ya partió, siendo esta una de las tradiciones más relevantes durante esta fecha.

A pesar que el primero de noviembre, donde se recuerda a los difuntos pequeños la afluencia en los panteones, este dos de noviembre se duplico en todos los cementerios existentes de la ciudad, ya que es la fecha principal de esta celebración, en la que se recuerda a quienes se adelantaron en el viaje hacia el más allá.

Pese a marcadas tendencias como el Halloween, la tradición de acudir al panteón durante estas fechas no se ha perdido, sin embargo, la problemática que sí deja marca, es que varias personas han dejado de recordar a sus muertos y ni en estas fechas, acuden a ver el espacio donde yacen sus restos.

El gasto que las personas tienen que efectuar para dar una manita de gato a las tumbas del ser querido, según lo expresado por algunas personas que cada año acuden en esta fecha oscila entre los 200 a 300 pesos, entre gastos de restauración, pintura, flores.

Cabe señalar que en los cementerios de esta ciudad se apreciaron elementos de policía y transito resguardando la integridad de los visitantes.

Aunado a ello, con la celebración del día de Muertos, uno de los comercios que se vierom más favorecidos son las florerías, las que se preparan con mucha anticipación para contar las dos fechas principales, 1 y 2 de noviembre, con las flores que tienen mayor demandan, como lo son el cempaxúchitl, para adornar altares y tumbas de sus seres queridos, así como rosas y otros arreglos florales que llevaron a sus difuntos.

Las ventas fueron superiores al 50 por ciento en comparación con años anteriores.

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