Sapos y Alacranes
Por Orlando Segura Hervert
Este miércoles en una de las ciudades mas modernas e industriales, sucedió una tragedia y desgracia que cimbra a toda la sociedad. Un hecho cruel que nos dejá atónitos, perplejos, un joven de primero de preparatoria dispara a su maestra, a otros 4 compañeros alumnos y se pega un tiro en la boca y se mata-
La escena ilegal, trasmitida en redes sociales, es brutal y conmovedora, tiene innumerables connotaciones, estremece la piel sensible de cualquiera.
Deja varias preguntas en el tintero.
¿Nos estamos pudriendo como sociedad?, ¿Donde estan los padres de ese adolescente que no supieron identificar el grave problema que se estaba desarrollando en el interior de su hijo?, ¿Donde estaba el pastor o sacerdote que nunca se enteraron de las pasiones en las que estaba envuelto el joven?, ¿Donde estaba la maestra, la psicóloga, la orientadora, los amigos?. Nadie lo ayudó, nadie lo apouó y las consecuencias ahí quedaron, un hecho de barbarie cometido a plena luz del día, filmado por una cámara de seguridad y filtrado a millones de mexicanos.
La descomposición comienza con uno y avanza como una bola de nieve sino se atienden los factores estructurales que encierran el fenómeno social. El hecho sucedió en uno de los punto más importantes de México, en un colegio particular y como pólvora se difundió por todo el país y el mundo.
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