Ya valió barriga Sr. Alcalde...

Sapos y Alacranes

Por Orlando Segura Hervert. 

"nadie es monedita de oro para caerle bien a todos"... gajes del oficio.

El 7 de junio las autoridades municipales de Tamiahua y Tuxpan hicieron gala de la libertad de expresión, cada quien con sus muy particulares módos y puntos de vista, sobresalieron quizás por el modo pintoresco y folclórico de darse a conocer. 

El munícipe porteño, en el mensaje alusivo a tan importante fecha, fijo postura bajo los siguientes ejes: 1.- Solo aceptará la "crítica constructiva" 2.- Su administración va bien, "viento en popa", están generando bienestar 3.- Desde enero se ha declarado respetuoso de la libertad de expresión.

Eso fue en el evento convocado por los periodistas, mas tarde, el "Guerrero de la Democracia", Juan Antonio Aguilar Mancha, citó al gremio de reporteros a un convivio pagado con recursos públicos; obvio, hay que decirlo, este autor de semejante columneja (Sapos y Alacranes) no ha hecho ninguna "crítica constructiva" y por lo tanto fue merecedor del oprobio, el rechazo gubernamental, el veto y exclusión. 

Me trasladé con mis honores, sangrando por la herida (eso dicen) al Restaurante Antonios, ahí llegó Paquito Vargas, quien también se sumó al monumento de las lamentaciones... tampoco fue invitado a saborear tan exclusivo guisado edilicio. 

Pero al ver el video difundido en redes sociales en donde con una actitud grotesca y prosaica, los esbirros de Citlali Medellín Careaga, entregaron un paquete de croquetas, crema para el ardor y otras chucherías a los amigos de la Opinión; considero que me salio barato, a mi no me entregaron nada de eso, ni balas, ni tapas de pan Bimbo, ni popotes para cortarme las venas. 

Al día siguiente ( 8 de junio), la Armada de México, sin distingos, llamó a todos los reporteros a un desayuno, el paquete inluyó: Protocolo, entonación del himno nacional, jugo, café, platillos típicos, plátanos fritos, aire acondicionado, y el ambiente amenizado con la música del Grupo Arrecife. El Almirante David Arturo Lendeche Sofán, Comandante de la Fuerza Naval, se lució con la deferencia.

Ahi surgió la broma, el buen humor entre comensales periodísticos: "Ya valió barriga Sr. Alcalde"