La SEMARNAT (Secretaría del Medio Ambiente Recursos Naturales) y la PROFEPA (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) impusieron ciertas condiciones para la construcción del tramo Nuevo Necaxa – Avila Camacho, un tramo de 36.7 kilómetros en plena sierra, una obra de comunicación que se unirá al proyecto de la autopista Tuxpan – México.
En plena montaña se han encontrado especies en extinción, sapos, víboras, coralillos y falsos coralillos, venados, helechos con una antigüedad de 150 años y aproximadamente 7 metros de altura, dichas especies, tanto de la fauna y flora, las dependencias federales han señalado que es necesario preservarlas, ante tal situación, las constructoras (ICA, FCC, entre otras), ha tomado la medida de implementar diversas áreas, una de ellas es un vivero de 9.5 hectáreas en las que deberán aplicar acciones para que diversas plantas catalogadas como únicas, sean cuidadas, fortalecidas y posteriormente regresadas a determinados sitios por donde pase la famosa vía de comunicación.
Jorge A. Delgado, máximo representante de la compañía encargada de llevar a cabo la construcción y diseños de los túneles, puentes, pilares, explicó que se están respetando todas las normas ambientales, las sugerencias dictadas por las dependencias federales que ya han parado varios permisos y ante tal situación, los actores empresariales y técnicos se han tenido que sentar para discutir los procedimientos, las cuestiones que se deben atender para que la obra en general no sea prohibida, explicaron detalladamente que a ellos les interesa sumamente el tema ecológico, la conservación del entorno, el cumplimiento de la normatividad, el pleno respeto de la naturaleza.
La implementación del vivero, implica destinar fuertes cantidades de recursos, es un aspecto que tiene que ser considerado en el proyecto del entronque Nuevo Necaxa – Avila Camacho, en la que se invertirán 5 mil millones de pesos y se concluirá para mediados de 2012.
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