Orlando Segura Hervert.
Gobierno del Estado no quiere problemas, estamos en tiempos políticos y por lo tanto desea un ambiente de tranquilidad, por eso está interviniendo en el conflicto entre el Sindicato de Empleados Al Servicio del Municipio y el Ayuntamiento Constitucional, aseveró Roberto Rangel Barrera, Secretario General de dicha agrupación gremial.
La Coordinación General Jurídica, desea que la huelga no estalle, plantea que todavía se puede llegar a arreglos en la revisión contractual, por eso la Subsecretaría de Gobierno, ha enviado a Angel E. Saenz Villegas, el pidió un período de espera, mismo que concluye el próximo 19 de abril del año en curso.
Rangel Barrera explicó que la prepotencia y la soberbia es la que no ha permitido llegar a un entendimiento, no hay voluntad y por lo tanto, las discusiones siguen siendo agrias e irracionales, las demandas están ahí, la asamblea general es quien ha establecido que no se puede dar marcha atrás en las conquistas laborales, se está para mejorar, no para empeorar, pero tal parece que se quiere seguir el camino de los cangrejos
De esta forma, con la presencia y asesoría del ámbito estatal se pretende ponerle punto final a las discrepancias entre el gobierno municipal y los trabajadores adscritos a ésta área, la idea central es que ambas partes pongan algún granito de colaboración que contribuya a solucionar las supuestas controversias y diferencias surgidas al calor del debate.
De esta forma, aunque existe la autonomía y soberanía de los municipios, el gobierno de Fidel Herrera Beltrán está gestionando que se arribe a una revisión de las cláusulas con un espíritu propositivo, en el que los empleados obtengan los beneficios salariales y la contraparte pueda exigir calidad en el servicio, pero todo bajo el marco del respeto pleno a los derechos sindicales.
En este proceso de entendimiento se atravesaron las vacaciones de Semana Santa, por esta razón, la reunión se trasladó hasta el día arriba señalado, pero la organización sindical ha advertido que no han bajado la guardia y que varios sectores están advertidos de la posible colocación de las banderas rojinegras como último recurso, como medida de presión y de lucha para obtener mejores condiciones de trabajo.
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