Por Dip. Laura Itzel Castillo Juárez...
Definitivamente, Andrés Manuel López Obrador es el único de los candidatos presidenciales que tiene talla de estadista, que ha demostrado con sus acciones de gobierno cómo debe orientarse el presupuesto y cómo administrar con honradez los recursos de la nación para sacar al país adelante.
Durante el debate organizado por el IFE, el pasado 10 de junio, AMLO presentó su plan de austeridad, con el cual generaría un ahorro de 300 mil millones de pesos.
El candidato de la coalición Movimiento Progresista ha reiterado que el dinero del presupuesto es de todos y todas las mexicanas y que en la actualidad, éste asciende a 3 billones 700 mil millones de pesos. Sin embargo, a pesar de ser un presupuesto tan alto, gran parte de él se destina a pagar sueldos y prestaciones de altos funcionarios, así como para la corrupción que impera en las instituciones.
AMLO ha señalado que el presupuesto de egresos de la Federación debiera servir para promover el desarrollo, generar empleo y bienestar para el pueblo; no obstante, en México el pueblo acaba manteniendo a un gobierno oneroso. Por ejemplo, se pagan sueldos para altos funcionarios públicos, que en algunos casos llegan a ser hasta de 600 mil pesos mensuales.
Ello, además de las prestaciones, las cuales consisten en viáticos, comidas, aviones y helicópteros particulares, así como la costosa atención médica en hospitales privados, no sólo en México, sino incluso en el extranjero.
Por ello es que, sin aumentar impuestos y sin endeudar al país, se puede ejercer el recurso con honradez. Solamente bajando los sueldos a los altos funcionarios, mas no a los trabajadores.
El presupuesto en el año 2000 era de un billón 200 mil millones de pesos; actualmente es de 3 billones 700 mil millones. Como lo señalamos líneas arriba, por lo tanto, éste se triplicó. Mientras que en el año 2000 el gasto corriente era de 705 mil millones, ahora es de 2 billones 400 mil millones. Es decir de entonces a la fecha el gasto corriente ha crecido más de un billón, 500 mil millones de pesos.
Como lo ha señalado el diputado Mario di Costanzo, ex secretario de Hacienda del gobieno legítimo, los 300 mil millones de pesos de ahorro se obtendrían fundamentalmente de cuatro rubros:
1) De la reducción de sueldos a los mandos superiores de la administración pública centralizada (secretarías de Estado): 44 mil millones de pesos de ahorro.
2) De la reducción de sueldos, también de mandos superiores de organismos no centralizados como Pemex, IMSS, ISSSTE, entre otros: 46 mil millones de pesos de ahorro.
3) De la reducción del gasto de operación: 175 mil millones de pesos, y
4) De la reducción del gasto corriente en entidades federativas: 50 mil millones de pesos. Es decir, más de 300 mil millones de pesos en total de ahorros de los cuatro rubros.
Como ya es sabido, mientras transcurría el debate, Felipe Calderón mostró, una vez más, su imparcialidad en la contienda, pues en su cuenta de Twitter escribió, refiriéndose a la propuesta de AMLO, que en el diseño y la ejecución de las políticas públicas no bastaba la buena fe, ni la rectitud, sino que era necesaria la precisión técnica contable.
Hay algo que es muy obvio: en un país con más de 60 millones de pobres, el PRIAN se rehúsa a dejar sus privilegios, pues sabe perfectamente que es la oligarquía, de la que forma parte, la beneficiaria directa de la aplicación del presupuesto. Las cuentas son más que claras.
Definitivamente, Andrés Manuel López Obrador es el único de los candidatos presidenciales que tiene talla de estadista, que ha demostrado con sus acciones de gobierno cómo debe orientarse el presupuesto y cómo administrar con honradez los recursos de la nación para sacar al país adelante.
Durante el debate organizado por el IFE, el pasado 10 de junio, AMLO presentó su plan de austeridad, con el cual generaría un ahorro de 300 mil millones de pesos.
El candidato de la coalición Movimiento Progresista ha reiterado que el dinero del presupuesto es de todos y todas las mexicanas y que en la actualidad, éste asciende a 3 billones 700 mil millones de pesos. Sin embargo, a pesar de ser un presupuesto tan alto, gran parte de él se destina a pagar sueldos y prestaciones de altos funcionarios, así como para la corrupción que impera en las instituciones.
AMLO ha señalado que el presupuesto de egresos de la Federación debiera servir para promover el desarrollo, generar empleo y bienestar para el pueblo; no obstante, en México el pueblo acaba manteniendo a un gobierno oneroso. Por ejemplo, se pagan sueldos para altos funcionarios públicos, que en algunos casos llegan a ser hasta de 600 mil pesos mensuales.
Ello, además de las prestaciones, las cuales consisten en viáticos, comidas, aviones y helicópteros particulares, así como la costosa atención médica en hospitales privados, no sólo en México, sino incluso en el extranjero.
Por ello es que, sin aumentar impuestos y sin endeudar al país, se puede ejercer el recurso con honradez. Solamente bajando los sueldos a los altos funcionarios, mas no a los trabajadores.
El presupuesto en el año 2000 era de un billón 200 mil millones de pesos; actualmente es de 3 billones 700 mil millones. Como lo señalamos líneas arriba, por lo tanto, éste se triplicó. Mientras que en el año 2000 el gasto corriente era de 705 mil millones, ahora es de 2 billones 400 mil millones. Es decir de entonces a la fecha el gasto corriente ha crecido más de un billón, 500 mil millones de pesos.
Como lo ha señalado el diputado Mario di Costanzo, ex secretario de Hacienda del gobieno legítimo, los 300 mil millones de pesos de ahorro se obtendrían fundamentalmente de cuatro rubros:
1) De la reducción de sueldos a los mandos superiores de la administración pública centralizada (secretarías de Estado): 44 mil millones de pesos de ahorro.
2) De la reducción de sueldos, también de mandos superiores de organismos no centralizados como Pemex, IMSS, ISSSTE, entre otros: 46 mil millones de pesos de ahorro.
3) De la reducción del gasto de operación: 175 mil millones de pesos, y
4) De la reducción del gasto corriente en entidades federativas: 50 mil millones de pesos. Es decir, más de 300 mil millones de pesos en total de ahorros de los cuatro rubros.
Como ya es sabido, mientras transcurría el debate, Felipe Calderón mostró, una vez más, su imparcialidad en la contienda, pues en su cuenta de Twitter escribió, refiriéndose a la propuesta de AMLO, que en el diseño y la ejecución de las políticas públicas no bastaba la buena fe, ni la rectitud, sino que era necesaria la precisión técnica contable.
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