Orlando Segura Hervert.
Aproximadamente a las 12:40, la Policía municipal recibió una llamada por parte del Agente de la comunidad de Emiliano Zapata, la máxima autoridad de aquella localidad indicaba que en su demarcación territorial, se encontraban dos mujeres asesinadas, al parecer con golpes en la cabeza, a esa hora, diversos cuerpos policiacos, integrantes de la Policía Judicial del Estado, Agencia del Ministerio Público del Fuero Común, Servicios Periciales, se trasladaron y efectivamente encontraron a las personas del sexo femenino con evidentes signos de tortura, ambas presentaban disparos de bala a quemarropa, una de ellas de nombre Margarita Cárdenas Velázquez, con domicilio en División del Norte número 106, sección electoral 2348, perteneciente al estado de Puebla.
Las investigaciones iniciaron de inmediato, señaló Rodolfo Lira Cruz, a partir de ese instante se dedicaron a recabar la información, solo hay un testigo que encontró los cadáveres, 15 kilómetros adentro de la población arriba mencionada, desde su punto de vista, fueron arrojadas en el lugar, tal deducción se hace porque en el punto no hay signos de violencia, solo la marca de una unidad cuyas llantas dejaron huellas en el pasto.
El orificio de bala provocó fracturas múltiples al cuerpo, al hacerse la necropsia de rigor, el médico legista ubicó otros elementos que fortalecerán el esclarecimiento del caso, quemaduras en el pecho, un navajazo en el mentón que por la forma en que fue realizada, permite inducir que el presunto asesino es zurdo.
El objeto al chocar con el hueso, generó que el proyectil se deshiciera, solo se encontraron esquirlas en la cavidad del cerebro.
El caso consternó a toda la comunidad tuxpeña, fundamentalmente a los habitantes de aquella zona poblacional, la identificación permite suponer que la persona de 32 años, no eran del municipio porteño, aunque la hipótesis se tendrá que ir deshilvanando, conforme se vaya complementando el expediente.
Al parecer, a las mujeres las hincaron, y de esta forma les pusieron la pistola en la cabeza, así jalaron del gatillo, una de ellas contaba con dos orificios, pero se desconoce el paradero porque no portaba ninguna credencial.
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