Por: Patricio G. Quintanilla
En Diciembre próximo, se llevará a cabo la Conferencia Internacional sobre Cambio Climático auspiciada por la ONU en Copenhague, Dinamarca. Desde ahora, despues de quince años durante las cuales los Estados Unidos se opusieron a ratificar el Protocolo de Kyoto por la afectación que tendría sobre sus propios intereses, esa nación, tras ratificar finalmente el documento tanto por presión internacional como por las evidencias de un inminente caos climático sobre sus fronteras, nuevamente aspira a ejercer el liderazgo mundial en la materia.
El Protocolo de Kyoto es desde el año 2005 el mecanismo regulador del Marco de la Convención sobre Cambio Climático de la ONU, encargado de establecer los compromisos de reducción de emisiones de gases invernadero de la comunidad internacional. Además de establecer niveles individuales de reducción por país en un plazo determinado, el Protocolo estableció un controversial “mercado de emisiones”, que comercializa al mejor postor las emisiones bursátiles de “bonos o certificados de carbono”, mecanismo creado para financiar proyectos “verdes” en naciones con niveles de industrialización bajos. Tras cuatro años de entrar en vigor, el Protocolo de Kyoto, bajo su esquema actual, esta demostrando su ineficacia y necesita de una revisión urgente para funcionar conforme a sus objetivos.
La activa gestión de la administración del presidente Obama se realiza tanto ante las naciones industralizadas (Grupo de los 8 y la Unión Europea); las potencias emergentes de China, India Brasil y Australia, y sobre un tercer nivel de naciones, entre las cuales se encuentran Corea del Sur, Malasia, Sudafrica y México, cuyos niveles industriales ya contribuyen de manera importante a la emisión de gases invernadero a la atmósfera.
Entre otras consideraciones ambientales en la Agenda de la Conferencia de Diciembre, y tal y como previamente el G-8 lo habia externado durante su Cumbre celebrada recientemente en L’Aquila Italia, sera imperativo realizar un esfuerzo mundial para evitar que la atmósfera se caliente mas de 2 grados centígrados sobre el nivel que el planeta tenía en la epoca preindustrial a finales del siglo XVIII.
Conforme se desprende de nuevos modelos climatológicos simulados, basados en una mejor y mas precisa información sobre eventos recientes, un aumento mayor de 2º C de temperatura atmosférica traería consigo una mayor incidencia de fenómenos de interacción oceano/atmósfera con niveles catastróficos para la biosfera actual de la tierra.
El nivel actual de calentamiento reconocido por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climatico (IPCC) de la ONU corresponde a 0.8 de grado centígrado desde el nivel preindustrial, aunque existe en proceso un fenomeno de calentamiento de 0.6 de grado centígrado adicional, correspondiente al tiempo que transcurre entre la emisión de gases invernadero de las últimas dos o tres décadas y su efecto de calentamiento atmosférico propiamente dicho, conocido como el “efecto retardado”
Por lo anterior se infiere que el esfuerzo internacional se concentrará en tratar de controlar y acotar a solo 0.6 grados centigrados el aumento de temperatura atmosférica de aquí hacia finales del siglo XXI para llegar al límite propuesto de 2.0 grados.
Propuesta del G-8 en su reciente Reunión Cumbre en Italia.
De acuerdo a las recomendaciones establecidas por el G-8 (Estados Unidos, Rusia, Japón, Alemania, Francia, Inglaterra, Italia y Canadá), para lograr la meta de dos grados sería necesario reducir las emisiones totales de gases invernadero en un 50 porciento de aquí al año 2050. La corresponsabilidad de lograrlo implicaria -según el G-8- disminuir sus propias emisiones en un 80 porciento de aquí al año 2050 y el resto de las naciones involucradas disminuirlas en un 50 porciento. Cabe mencionar que la reducción propuesta por el G-8 para el resto de los países corresponde a naciones actualmente en franca expansión industrial y económica.
Para lograr la reducción planeada, primero se enfrentaría el problema de estabilizar el nivel máximo de emisiones en el menor tiempo posible. Una vez conseguido esto se comenzaría a bajar este nivel paulatinamente, pero… como referencia, desde el año 1990 el nivel de emisiones hacia la atmósfera ha aumentado en un 38 porciento ¡38% en 20 años!
Siguiendo con la propuesta, cumplir la meta establecida significa estabilizar el nivel maximo de emisiones para el año 2015 y de ahí en adelante bajarlo un 3 porciento anual hasta el 2050, tarea que se vislumbra muy dificil de lograr.
China y la India no avalaron la propuesta del G-8 al considerar que el compromiso sería inequitativo y que el G-8 debe primero contrer compromisos realistas, científicamente medibles, con referencias sólidas. Despues de todo, el G-8 es el responsable actualmente del 70 porciento de las emisiones globales de gases invernadero.
Por otro lado y para apoyar la propuesta, México propuso al G-8 la creacion de un “Fondo Verde” que permita a las naciones menos desarrolladas el contar con el financiamiento necesario para convertir su base industrial a otra menos contaminante y mas eficiente en el uso de energéticos y promover la implementación de fuentes alternas de energia.
La iniciativa del presidente Felipe Calderón fue avalada por el G-8, y se ha calculado que un Fondo de tal naturaleza requeriría de recursos por al menos 100 billones de dolares anuales hacia el año 2020, financiado en una parte muy importante por las empresas navieras y aéreas internacionales, que por su naturaleza no pueden sujetarse a legislaciones de paises individuales de conformidad con el Protocolo de Kyoto, pero que al ser altamente contaminantes podrían sujetarse al pago de cuotas anuales como compensación, cuotas que alimentarían permanentemente al Fondo Verde.
Todo parece indicar que a partir de la Conferencia sobre Cambio Climático 2009 varias acciones serias que proporcionen resultados tangibles sera adoptadas por la comunidad internacional. La Tierra y su Biodiversidad no pueden esperar mas.
FUENTES: ONU-FCCC, WEF 2009, G-8 2009,. INVESTIGACION PROPIA. PGQ-VII-2009.
El Protocolo de Kyoto es desde el año 2005 el mecanismo regulador del Marco de la Convención sobre Cambio Climático de la ONU, encargado de establecer los compromisos de reducción de emisiones de gases invernadero de la comunidad internacional. Además de establecer niveles individuales de reducción por país en un plazo determinado, el Protocolo estableció un controversial “mercado de emisiones”, que comercializa al mejor postor las emisiones bursátiles de “bonos o certificados de carbono”, mecanismo creado para financiar proyectos “verdes” en naciones con niveles de industrialización bajos. Tras cuatro años de entrar en vigor, el Protocolo de Kyoto, bajo su esquema actual, esta demostrando su ineficacia y necesita de una revisión urgente para funcionar conforme a sus objetivos.
La activa gestión de la administración del presidente Obama se realiza tanto ante las naciones industralizadas (Grupo de los 8 y la Unión Europea); las potencias emergentes de China, India Brasil y Australia, y sobre un tercer nivel de naciones, entre las cuales se encuentran Corea del Sur, Malasia, Sudafrica y México, cuyos niveles industriales ya contribuyen de manera importante a la emisión de gases invernadero a la atmósfera.
Entre otras consideraciones ambientales en la Agenda de la Conferencia de Diciembre, y tal y como previamente el G-8 lo habia externado durante su Cumbre celebrada recientemente en L’Aquila Italia, sera imperativo realizar un esfuerzo mundial para evitar que la atmósfera se caliente mas de 2 grados centígrados sobre el nivel que el planeta tenía en la epoca preindustrial a finales del siglo XVIII.
Conforme se desprende de nuevos modelos climatológicos simulados, basados en una mejor y mas precisa información sobre eventos recientes, un aumento mayor de 2º C de temperatura atmosférica traería consigo una mayor incidencia de fenómenos de interacción oceano/atmósfera con niveles catastróficos para la biosfera actual de la tierra.
El nivel actual de calentamiento reconocido por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climatico (IPCC) de la ONU corresponde a 0.8 de grado centígrado desde el nivel preindustrial, aunque existe en proceso un fenomeno de calentamiento de 0.6 de grado centígrado adicional, correspondiente al tiempo que transcurre entre la emisión de gases invernadero de las últimas dos o tres décadas y su efecto de calentamiento atmosférico propiamente dicho, conocido como el “efecto retardado”
Por lo anterior se infiere que el esfuerzo internacional se concentrará en tratar de controlar y acotar a solo 0.6 grados centigrados el aumento de temperatura atmosférica de aquí hacia finales del siglo XXI para llegar al límite propuesto de 2.0 grados.
Propuesta del G-8 en su reciente Reunión Cumbre en Italia.
De acuerdo a las recomendaciones establecidas por el G-8 (Estados Unidos, Rusia, Japón, Alemania, Francia, Inglaterra, Italia y Canadá), para lograr la meta de dos grados sería necesario reducir las emisiones totales de gases invernadero en un 50 porciento de aquí al año 2050. La corresponsabilidad de lograrlo implicaria -según el G-8- disminuir sus propias emisiones en un 80 porciento de aquí al año 2050 y el resto de las naciones involucradas disminuirlas en un 50 porciento. Cabe mencionar que la reducción propuesta por el G-8 para el resto de los países corresponde a naciones actualmente en franca expansión industrial y económica.
Para lograr la reducción planeada, primero se enfrentaría el problema de estabilizar el nivel máximo de emisiones en el menor tiempo posible. Una vez conseguido esto se comenzaría a bajar este nivel paulatinamente, pero… como referencia, desde el año 1990 el nivel de emisiones hacia la atmósfera ha aumentado en un 38 porciento ¡38% en 20 años!
Siguiendo con la propuesta, cumplir la meta establecida significa estabilizar el nivel maximo de emisiones para el año 2015 y de ahí en adelante bajarlo un 3 porciento anual hasta el 2050, tarea que se vislumbra muy dificil de lograr.
China y la India no avalaron la propuesta del G-8 al considerar que el compromiso sería inequitativo y que el G-8 debe primero contrer compromisos realistas, científicamente medibles, con referencias sólidas. Despues de todo, el G-8 es el responsable actualmente del 70 porciento de las emisiones globales de gases invernadero.
Por otro lado y para apoyar la propuesta, México propuso al G-8 la creacion de un “Fondo Verde” que permita a las naciones menos desarrolladas el contar con el financiamiento necesario para convertir su base industrial a otra menos contaminante y mas eficiente en el uso de energéticos y promover la implementación de fuentes alternas de energia.
La iniciativa del presidente Felipe Calderón fue avalada por el G-8, y se ha calculado que un Fondo de tal naturaleza requeriría de recursos por al menos 100 billones de dolares anuales hacia el año 2020, financiado en una parte muy importante por las empresas navieras y aéreas internacionales, que por su naturaleza no pueden sujetarse a legislaciones de paises individuales de conformidad con el Protocolo de Kyoto, pero que al ser altamente contaminantes podrían sujetarse al pago de cuotas anuales como compensación, cuotas que alimentarían permanentemente al Fondo Verde.
Todo parece indicar que a partir de la Conferencia sobre Cambio Climático 2009 varias acciones serias que proporcionen resultados tangibles sera adoptadas por la comunidad internacional. La Tierra y su Biodiversidad no pueden esperar mas.
FUENTES: ONU-FCCC, WEF 2009, G-8 2009,. INVESTIGACION PROPIA. PGQ-VII-2009.
No hay comentarios:
Publicar un comentario