COLABORACIÓN ENVIADA A VAXTUXPAN...
Por Dip. Laura Itzel Castillo Juárez...
El Consejo de Administración del Infonavit acordó en su última sesión recomprar los créditos que habían sido vendidos a Capmark y Scrap II en el 2006. Recordemos que el Infonavit vendió 55 mil créditos vencidos, de un total de 110 mil declarados en quiebra, a empresas privadas a menos de 20% de su valor, quienes las intentan revender a los acreditados humildes a más del triple del costo real.
Desde hace tres años hemos venido denunciando desde el Consejo de Defensa de la Vivienda (CDV) la ilegal venta de la cartera vencida a firmas trasnacionales ligadas a empresas estadounidenses relacionadas con la crisis hipotecaria de ese país.
Por ejemplo: Capmark, filial de G Mac y General Motors, compró 18 mil créditos en cartera vencida en 20 mil pesos cada uno y ha intentado revenderlos a los acreditados humildes en 700 mil pesos. Lo mismo sucede con la empresa estadounidense Scrap II, que es filial de Pendulum, de Afore Banamex y de City Group, que adquirió más de 36 mil créditos.
Como Infonavit ha bursatilizado la cartera (es decir, los créditos están en la Bolsa de Valores) deben en consecuencia cumplir con estándares internacionales para obtener una buena calificación financiera, sin importar la violación de los derechos humanos. Sin importar tampoco que las viviendas desalojadas en muchos casos no las puedan colocar en el mercado y se queden deshabitadas y a la larga vandalizadas, como ocurre en diversas partes del país.
En el censo del 2005 se reportaba que existían 4.5 millones de viviendas desocupadas. ¿Cuántas más se sumarán en el censo del 2010 con tanto desalojo? En lugar de milpas ahora vemos a lo largo de las carreteras mexicanas miles y miles de endebles cascarones coronados por tinacos emulando cementerios. Este es el resultado de la política habitacional que no toma en consideración a la gente, sólo importan las finanzas.
Las empresas desarrolladoras tienen garantizado el financiamiento para la obra. Ellas nunca pierden. Los organismos de vivienda les proporcionan un padrón de posibles compradores: derechohabientes cautivos que representan un subsidio, listo para ser entregado por Hacienda a las inmobiliarias. La calidad de la construcción es lo de menos. Lo fundamental es la colocación de los créditos.
Hay ejemplos como el de Guadalupe Oliver, que vive en el fraccionamiento Pórticos de San Antonio en Tijuana, quien lleva casi 10 años denunciando a Casas Geo por las 3 mil viviendas chatarra que entregó, sin que hasta la fecha haya alguien que responda. Ni Infonavit, ni la empresa y menos las autoridades municipales o estatales.
A partir de la lucha que se ha emprendido desde organizaciones civiles como el CDV, el Infonavit acordó recomprar a las empresas Capmark y Scrap II los créditos que ilegalmente se habían cedido a las firmas privadas. Ahora convocamos a los derechohabientes a readquirir su crédito
Desde hace tres años hemos venido denunciando desde el Consejo de Defensa de la Vivienda (CDV) la ilegal venta de la cartera vencida a firmas trasnacionales ligadas a empresas estadounidenses relacionadas con la crisis hipotecaria de ese país.
Por ejemplo: Capmark, filial de G Mac y General Motors, compró 18 mil créditos en cartera vencida en 20 mil pesos cada uno y ha intentado revenderlos a los acreditados humildes en 700 mil pesos. Lo mismo sucede con la empresa estadounidense Scrap II, que es filial de Pendulum, de Afore Banamex y de City Group, que adquirió más de 36 mil créditos.
Como Infonavit ha bursatilizado la cartera (es decir, los créditos están en la Bolsa de Valores) deben en consecuencia cumplir con estándares internacionales para obtener una buena calificación financiera, sin importar la violación de los derechos humanos. Sin importar tampoco que las viviendas desalojadas en muchos casos no las puedan colocar en el mercado y se queden deshabitadas y a la larga vandalizadas, como ocurre en diversas partes del país.
En el censo del 2005 se reportaba que existían 4.5 millones de viviendas desocupadas. ¿Cuántas más se sumarán en el censo del 2010 con tanto desalojo? En lugar de milpas ahora vemos a lo largo de las carreteras mexicanas miles y miles de endebles cascarones coronados por tinacos emulando cementerios. Este es el resultado de la política habitacional que no toma en consideración a la gente, sólo importan las finanzas.
Las empresas desarrolladoras tienen garantizado el financiamiento para la obra. Ellas nunca pierden. Los organismos de vivienda les proporcionan un padrón de posibles compradores: derechohabientes cautivos que representan un subsidio, listo para ser entregado por Hacienda a las inmobiliarias. La calidad de la construcción es lo de menos. Lo fundamental es la colocación de los créditos.
Hay ejemplos como el de Guadalupe Oliver, que vive en el fraccionamiento Pórticos de San Antonio en Tijuana, quien lleva casi 10 años denunciando a Casas Geo por las 3 mil viviendas chatarra que entregó, sin que hasta la fecha haya alguien que responda. Ni Infonavit, ni la empresa y menos las autoridades municipales o estatales.
A partir de la lucha que se ha emprendido desde organizaciones civiles como el CDV, el Infonavit acordó recomprar a las empresas Capmark y Scrap II los créditos que ilegalmente se habían cedido a las firmas privadas. Ahora convocamos a los derechohabientes a readquirir su crédito
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