miércoles, 31 de octubre de 2012

ESCENARIOS


Luis Velázquez
I
Si hoy fuera la elección del candidato priista a gobernador de Veracruz, ninguna duda hay que el favorecido sería el senador José Yunes Zorrilla.

Por un lado, debido a que fue condiscípulo de Luis Videgaray, el político más cercano a Enrique Peña Nieto también del senador Ernesto Cordero, exsecretario de Hacienda y fallido precandidato presidencial; por el otro, porque se ha filtrado en el afecto de JD.

Pero al lado de Yunes Zorrilla hay algunas manchitas, entre otras, las siguientes:

Uno: Carlos Brito Gómez, el jefe máximo del grupo Coatzacoalcos, quien al igual que Enrique Jackson y José Murat, forma parte del grupo de “Los vi-vis”, que en castellano significa “viejos vividores”.

Dos: Guillermo Zúñiga Martínez, amigo de su padre, y quien como rector intergaláctico de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz, UPAV, tarde o temprano, originará un problema educativo del tamaño del mundo al gobierno de JD.

Tres: Gonzalo Morgado Huesca, el peleador callejero que ha sido de la política, y quien con fama de operador político fue renunciado al Instituto de Pensiones del Estado debido a los grandes conflictos creados con los dirigentes sindicales y hasta con los pensionados, a quienes a cada rato intimidaba con que sería el último cheque a cobrar, pues el IPE, se complacía diciendo, está quebrado.

Cuatro: Marcelo Montiel Montiel, secretario de Desarrollo Social, quien ha llegado a la dependencia como candidato del grupo de Brito Gómez para abrirse camino a la candidatura a gobernador y, por ahora, está agazapado esperando programas.

Pero además, dos veces exalcalde del pueblo y diputado local, supo librar las acusaciones de deshonestidad en el manejo del gasto público y emergió como un ángel de la pureza que nunca ha metido la mano al cajón.
II

El cuadrivivio ha sentido que Yunes Zorrilla lleva y conserva la delantera en el carril priista para el 2016 y, aun cuando se entiende, son las horas de sumar al proyecto, el daño político y moral será peor.
Todos ellos están trepados en el caballo de la revolución desde el sexenio de Rafael Hernández Ochoa (1974-1980) y han tenido la habilidad de sortear tempestades, de tal manera que en cada sexenio figuran en el gabinete.

Pero al mismo tiempo habría de preguntarse las aportaciones de cada uno a los grandes pendientes sociales y económicos de Veracruz.

Entre ellos, y por ejemplo: la terrible y espantosa desigualdad social.

La creciente migración, tanto indígena y rural como urbana, a Estados Unidos.

El desempleo que afecta a todas las generaciones, incluso, con empleos mal pagados, salarios de hambre.

La existencia de 650 mil analfabetas, de 15 años en adelante.

La pésima calidad educativa.

Y desde esa perspectiva, el cuarteto está bajo sospecha.

Han vivido y, se ignora por cuánto tiempo más, seguirán viviendo de la política.

Los pendientes sociales sirven, acaso, para cortarse las venas en nombre de los pobres.

III

José Yunes Zorrilla es todo lo contrario del cuarteto.

Mientras algunos de los cuatro están bajo sospecha de transparencia, rendición de cuentas y riqueza sexenal, el senador pasó por la alcaldía de Perote y nunca fue acusado de deshonestidad


De igual manera caminó por la presidencia del CDE del PRI, y a diferencia de otros señalados, por ejemplo, de la venta de alcaldías, el senador salió ileso de tales manchas.

Alguien recordará la frase bíblica de Fernando Gutiérrez Barrios que solo se conoce la integridad de un político cuando está al frente de un elevado presupuesto.

Y, bueno, como presidente municipal de Perote, Yunes Zorrilla le puso dinero del bolsillo familiar para empujar la carreta edilicia, en tanto en el PRI jamás ordeñó la vaca.

La ordeñó, en cambio, según registra la fama pública, Gonzalo Morgado cuando cada vez que el góber Rafael Hernández Ochoa lo regañaba hasta con mentadas de madre, Morgado inclinaba la cabeza y en silencio decía para sí mismo: “por cada mentada de madre que me dices… te chingo un millón de pesos en el PRI. Una, dos, tres, cuatro…”.

IV

Hoy para el senador José Yunes y el senador Héctor Yunes y los demás aspirantes priistas a la gubernatura (Salvador Manzur, Alberto Silva y hasta Erick Lagos y Jorge Carvallo) es tiempo de sumar.

Si llegan a la meta final habrá, quizá, tiempo de restar.

Pero por lo pronto, el cuadrivivio pudiera considerarse una mancha al tigre…

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