En cualquier momento, Gazprom comenzará a bombear las primeras gotas del petróleo existente bajo el helado mar del Ártico, hogar de los osos polares y lugar en el que un derrame sería imposible de limpiar.
Si Gazprom no es detenido, esta extracción podría terminar en una inundación de petróleo. Un detalle curioso es que la capacidad de este gigante petrolero depende únicamente de su poderoso socio: Shell. Los dos han firmado un imprudente acuerdo con el que pretenden extender la perforación del Polo Norte.
El nuevo director de Shell tomará el cargo en enero y con él llega la oportunidad para cambiar de idea de la extracción del petróleo. Este es el momento perfecto para recomendarle a l nuevo director de Shell, Ben van Beurden, que deshaga todo plan para perforar el Ártico y que termine el arriesgado acuerdo que tiene con Gazprom.
¡Actúa ahora y detengamos juntos a Shell!
Fuente: Greenpeace.
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